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Encontramos el talento que las empresas necesitan y las oportunidades adecuadas para los profesionales
Si observamos los indicadores sobre el empleo tecnológico en España, donde toma el pulso al mercado laboral, observamos que este presenta una falta de profesionales con las capacidades y habilidades IT que demandan las empresas. Por este motivo, las contraofertas laborales son cada vez más comunes ya que las compañías se esfuerzan por mantener a las personas que integran sus equipos. Es preciso estar preparado ante la posible pregunta: ¿por qué te quieres ir?
Vivimos un momento de gran dinamismo en el mercado IT, pero lo cierto es que si un profesional acepta una contraoferta después de haber renunciado, es importante que estudie muy bien sus pros y contras, ya que, si bien puede traer ventajas a corto plazo, a largo plazo no siempre puede ser la mejor opción.
En el caso que un candidato/a reciba una contraoferta debe analizar las causas por las que ya había renunciado a su trabajo: situación salarial, estancamiento profesional, políticas de conciliación, motivación, entre otras. Si conoce que no se van a producir los cambios deseas, sería recomendable no aceptar una contraoferta ya que solamente obtendría una satisfacción a corto plazo, no a largo, que es lo que realmente está buscando.
No obstante, si un profesional, después de pensarlo, decide aceptar una contraoferta, se produce un efecto inmediato de reconocimiento y de sensación de “ser tenidos en cuenta” por la empresa, poniendo en marcha una nueva etapa profesional en la compañía.
Aunque, debe tener siempre en consideración que su relación con la empresa ha cambiado, siendo la persona que 'quería irse'. Para el equipo, la confianza ya está rota, pueden dudar del compromiso hacia el trabajo y los objetivos de la empresa y, siempre planeará que se trata de una decisión solo aplazada.
Consejos a la hora de tomar la decisión de aceptar o no una contraoferta laboral:
Tómate un tiempo. No te dejes convencer. Nunca des una respuesta inmediata ni te dejes llevar por la presión del momento. Esta decisión es lo bastante importante como para que nadie que pertenezca a la empresa opine sobre ella, así que procura evitar que sus intereses influyan en tu determinación.
Ten en cuenta todas las variables, más allá de la oferta económica. Piensa que hay más motivos para escoger un puesto de trabajo u otro. Ponlos en perspectiva y haz una comparación minuciosa para establecer la mejor opción.
Pide consejo a otras personas. Una buena opción es buscar consejo en personas ajenas a la empresa, que puedan opinar de forma objetiva sobre las diferentes propuestas.
Hazte todas las preguntas que consideres necesarias. Te ayudarán también a entender los pros y contras de cada opción. ¿Qué fue lo que te llevó a buscar una nueva oportunidad laboral?, ¿de verdad quieres quedarte en el mismo puesto de trabajo?, ¿Cuáles son tus objetivos profesionales?
Por último, el candidato/a debe estudiar que si está en medio de un proceso de selección para un nuevo puesto y resulta que acepta una contraoferta de su anterior trabajo, será muy difícil que le vuelvan a considerar en un futuro, por lo que en vez de mantener una puerta abierta a un trabajo que aspira, la puede estar cerrando.
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