¿Eres de la Generación Z? Rompe con los mitos y triunfa en tu entrevista de trabajo

Si naciste después de 1995, es posible que sientas cierta desconexión al hablar con los responsables de Recursos Humanos en las empresas. La incorporación de la Generación Z al mercado laboral está planteando varios desafíos, tanto para los empleadores como para los propios candidatos. Cada vez resulta más evidente la existencia de una brecha generacional en torno a los valores y habilidades, especialmente las interpersonales, entre los profesionales más jóvenes y las expectativas de las organizaciones.

Es innegable que las empresas del siglo XXI deben comprender la importancia de los valores y prioridades de las nuevas generaciones. Sin embargo, como candidato, es fundamental que reconozcas tus gaps para adquirir los conocimientos y capacidades que te conviertan en un profesional más sólido.

Descubre cuáles son los factores que más preocupan a los reclutadores cuando tienen delante a un miembro de la Gen Z y transforma las debilidades generacionales en tus fortalezas personales.

“Los jóvenes no se comprometen” 

Puede que sea la idea más extendida. Muchos managers esperan ver en su equipo el mismo nivel de compromiso que ellos demostraron al principio de su carrera sin darse cuenta de que eso puede perpetuar un modelo laboral anticuado. No prometas lo que no estás dispuesto a hacer. Enfócate en mostrar que estás capacitado a ir más allá cuando el equipo lo requiera.

Pon ejemplos donde quede patente que no solo te responsabilizas de tu trabajo, sino que te implicas y ayudas a otros para lograr los objetivos comunes. Habla de tus metas a largo plazo y cómo el puesto encaja en su consecución. No olvides investigar la organización para demostrar que ya estás comprometido con lograr el puesto.

“No saben gestionar la frustración”

Uno de los principales temores de los managers es tener que gestionar a personas que se derrumban cuando surge un obstáculo, cuando el plan falla o cuando las expectativas no se cumplen. Lidiar con una crisis puede ser suficientemente complicado como para que, además, no puedas contar con un miembro del equipo o, lo que es peor, que agrave aún más la situación.

Habla de tu experiencia en situaciones en las que las cosas no hayan salido como tú esperabas. Puede ser en el ámbito académico, en prácticas o actividades de cualquier tipo. Los deportes suelen ofrecer este tipo de vivencias y te facilitan la posibilidad de hablar de cómo afrontaste la situación y demostrar tu resiliencia. Es importante que se vean que asumes tus errores y eres capaz de aprender de ellos. Este es un buen momento para preguntar por los retos del puesto y explicar cómo los afrontarías.

“Carecen de competencias básicas”

Ser nativos digitales no asegura que sean capaces de trabajar con un ordenador, se estima que la conocida como “vergüenza tecnológica” ya afecta a casi la mitad de los recién graduados. Uno de los problemas asociados, es que no conocen bien el software empresarial más básico o no saben mecanografiar. Otro problema que está siendo cada vez más evidente es el temor de los jóvenes a las llamadas telefónicas, prefiriendo usar el email o los chats corporativos incluso para temas que se resolverían de manera más ágil con una conversación.

Lo primero es lo primero. Debes familiarizarte con las herramientas que vas a usar, incluido el teléfono. Adáptate con las capacidades de los principales programas de ofimática como Word o Excel y explica qué software has usado en el pasado y para qué. Respecto a las conversaciones telefónicas, debes practicarlas antes de iniciar el proceso. La primera llamada con el reclutador es clave para demostrar que eres capaz de mantener una conversación telefónica clara y estructurada. Si crees que tiene dudas sobre esto, llámale tras la entrevista para aclarar alguna duda y demuestra que es un canal con el que te sientes totalmente cómodo.

“No tienen expectativas realistas”

A veces se piensa que los miembros de la Generación Z tienen expectativas demasiado altas sobre el tipo de trabajo que pueden conseguir al inicio de sus carreras y que sus prioridades son poco prácticas para el mundo real.

No renuncies a tus valores, simplemente muéstrate humilde y consciente de que a veces hay que ser flexible y adaptarse a las situaciones. Explica que tipo de cultura corporativa está alineada con tus prioridades y cómo eso va a contribuir a motivarte y fidelizarte.

Por supuesto, prepárate también para las preguntas más habituales de cualquier entrevista, y no olvides consultar nuestro Estudio de Remuneración, te ofrecerá una guía a través de las retribuciones de tu sector y contribuirá a que des una imagen más profesional.