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¿Tienes una entrevista de trabajo pronto y no sabes por dónde empezar a prepararla? Te recomendamos empezar con un análisis DAFO: es la herramienta más poderosa y que más te puede beneficiar a la hora de enfrentarte a una entrevista, porque además de reforzar la preparación, te ayudará a conocerte a ti mismo. Se trata de elaborar una lista indicando tus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
El objetivo del entrevistador cuando te hace una entrevista para un puesto de trabajo, es conocerte, analizar tus cualidades y saber qué beneficios puedes aportar a la empresa. Para eso, es imprescindible que tú te conozcas muy bien para saber cómo responder y abordar la entrevista. Así, un análisis DAFO puede convertirse en tu mejor aliado para que tu próxima entrevista de trabajo sea un éxito.
Debes localizar cuáles son tus puntos fuertes, saber comunicarlos y darles valor. Tus fortalezas son tu experiencia, tu preparación académica, los logros que has conseguido en empleos o proyectos anteriores, los idiomas que dominas… todo aquello que sabes hacer mejor que el resto, aquellos conocimientos relevantes que tienes y de los que los demás carecen, aquello en lo que destacas por encima de los demás.
¿Qué preguntas te puedes hacer para completar el DAFO?
A la hora de analizar tus oportunidades debes considerar los aspectos externos que puedes aprovechar y que te pueden beneficiar: tu red de contactos, el crecimiento económico del país o del sector, las tendencias en la contratación de un perfil concreto, etc.
Es el momento de identificar los puntos negativos y aquello que debes mejorar. Detecta tus limitaciones, tus miedos y aquello que te frena para conseguir tus objetivos.
Recuerda que a la hora de identificar debilidades, no debes centrarte únicamente en aquellas cualidades negativas, sino que también es importante detectar qué es aquello que hago bien, pero que podría mejorar y verlo como una oportunidad. Puede ser tu preparación académica, algún aspecto de tu personalidad, los idiomas…
Las amenazas son aquellos acontecimientos externos que te perjudican o influyen negativamente para alcanzar tu objetivo. Son aquellos obstáculos que debes afrontar y que son más difíciles de sortear porque no dependen directamente de ti, sino que son causas externas. Por eso es importante detectar esas amenazas que te afectan y a las que debes enfrentarte. Por ejemplo, cambios en el mercado, cambios de leyes, competencias técnicas demandadas, experiencia y preparación de otros candidatos…
Lo más importante no es escribir en un papel tus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, sino lo que viene después: las conclusiones y el aprendizaje que obtenemos del análisis, y las medidas que adoptamos para potenciar las fortalezas y para tratar de mitigar nuestras debilidades.
Lo más recomendable es realizar un análisis DAFO con regularidad. No esperes a tener una entrevista de trabajo o a aspirar a un ascenso para hacer un análisis DAFO personal. Realízalo antes de enfrentarte a un cambio o al terminar un proyecto, te ayudará a ver más claro cuál ha sido tu aprendizaje y qué necesitas para estar preparado de cara a los próximos retos.
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