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Encontramos el talento que las empresas necesitan y las oportunidades adecuadas para los profesionales
En momentos económicos convulsos las compañías suelen optar por ser cautas en la contratación de nuevos empleados. ¿Esto quiere decir que desaparecen sus necesidades de talento? En muchos casos no. Entonces, ¿qué opciones tienen para cubrirlas?
Por mi experiencia considero que los empleados temporales son una alternativa que ganará peso frente a otras modalidades de contratación por su capacidad de adaptación y el ahorro de costes que suponen. Además, este tipo de empleo encaja a la perfección con las nuevas pautas que marca la gig economy y la necesidad de cambio constante de las nuevas generaciones a nivel profesional.
Los empleados temporales aportan múltiples ventajas a una compañía, que son aún más notables en un contexto de ralentización del mercado laboral, en el que las organizaciones pueden ser más reacias a incorporar a candidatos de forma permanente.
Cuando se contrata a un empleado permanente es necesario ofrecerle un paquete de remuneración atractivo, con un salario y beneficios competitivos, convirtiéndose en una inversión a largo plazo.
¿Qué sucede si la compañía se enfrenta a un futuro incierto? Los empleados temporales les permiten pensar a corto plazo, en ocasiones incluso para un proyecto específico, y sin necesidad de conocer en detalle cómo evolucionará el negocio.
Las empresas pueden atravesar periodos de mayor o menor actividad, en función del sector y de las necesidades de sus clientes. ¿Por qué no adaptar la plantilla al volumen de trabajo?
Los empleados temporales permiten escalar los equipos en base a las necesidades de ese momento específico con independencia de sus perspectivas de futuro. Por ejemplo, ante un proyecto concreto o para cumplir con un plazo de entrega, una empresa puede aumentar su capacidad de forma puntual recurriendo a un empleado temporal o a un freelance.
Todas las compañías se enfrentan a imprevistos de forma constante. Bajas por enfermedad, permisos de paternidad o emergencias familiares son algunos de los motivos que pueden causar la ausencia de uno o varios empleados, afectando de forma inevitable a la marcha del equipo y, en ocasiones, aumentando la presión sobre el resto de sus miembros, que deben asumir una carga de trabajo adicional.
Observamos cómo las empresas que ya cuentan con una red de contactos entre profesionales freelance y empleados temporales pueden reaccionar rápidamente ante estos imprevistos y cubrir sus necesidades puntuales sin la necesidad de invertir tiempo en procesos de selección ni de onboarding. Precisamente, situaciones como la que estamos viviendo nos demuestran que hoy, más que nunca, la agilidad empresarial es esencial para adaptarse a los cambios en el mercado.
Los empleados temporales suelen incorporarse a las compañías para trabajar en un proyecto concreto. Esto les permite centrarse en esta única labor y, a diferencia de los empleados permanentes, les exime de tareas diarias y administrativas a las que dedicar su tiempo.
Otra de las ventajas que destacaría aquí es que al contratar a un empleado para un proyecto específico se pueden elegir las habilidades exactas que necesitas para el mismo, e incluso cubrir alguna carencia que pueda haber en el equipo actual para abordarlo.
Los trabajadores temporales no están vinculados de forma permanente con ninguna organización, por lo que su supervivencia está ligada a nutrir las relaciones con sus clientes y se asegurarán de dejar una imagen positiva para que el cliente vuelva a recurrir a ellos, especialmente en momentos de gran incertidumbre.
¿Y qué impacto tienen en el resto del equipo? Como la llegada de empleados temporales suele coincidir con picos de trabajo o con necesidades específicas que cubrir, pueden suponer una bocanada de aire fresco para sus compañeros, que pueden ver aliviada su carga de trabajo. Todo ello puede contribuir a aumentar la motivación de todo el equipo, que podría estar dañada por la inseguridad con respecto al futuro.
En ocasiones los empleados temporales acaban formando parte de la compañía de forma permanente, algo que puede ocurrir cuando las perspectivas de la compañía sean más claras a largo plazo. Esto conlleva ciertas garantías, ya que la empresa conoce cómo trabaja y encaja en el equipo y la ventaja de evitar los procesos de selección y onboarding al tratarse de alguien que ya conoce la compañía y viceversa.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, estoy convencido de que el empleo temporal se convertirá en una fórmula cada vez más atractiva de contratación tanto para las empresas como para los candidatos tanto a corto como a largo plazo.
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