¿Sabías que de media un trabajador de oficina consume 129 botellas de plástico y 10.000 folios al año? Tanto es así, que el papel supone un 70% de los desechos de oficina. Además, en España el 50% de todos estos envases acaban en vertederos sin pasar por ningún proceso de reciclaje.

Las predicciones tampoco son nada optimistas: según Greenpeace, en 2020 se producirá un 900% más de plástico que en 1980. Desde luego las cifras son inquietantes, y deberían ser una llamada de atención para que adoptemos hábitos ecológicos, tanto en nuestros hogares como en el ambiente de trabajo.

Poco a poco, parece que la conciencia medioambiental es algo cada vez más extendido. De hecho, cada generación es más consciente del riesgo que corre La Tierra si mantenemos este nivel de consumo. Aunque la conciencia ecológica es un tema muy subjetivo que depende de la visión y las costumbres individuales, distintos estudios afirman que los millenials es la generación que más se preocupa por el medioambiente y que más comprometida está con el desarrollo sostenible a largo plazo. Aún queda mucho camino por recorrer, pero, gracias a que las consecuencias de la contaminación y el uso irracional de los recursos empiezan a ser evidentes, cada vez son más los que se suman a esta conciencia respetuosa. Gestos sencillos y pequeñas acciones pueden tener a largo plazo, consecuencias importantes. ¿Quieres saber cómo puedes mejorar tus hábitos en tu lugar de trabajo? ¡Te damos algunos consejos!

Tener una oficina más ecológica no implica una gran inversión. De hecho, lo primero es empezar por un cambio de mentalidad, que permita repensar los hábitos y las dinámicas a las que estamos acostumbrados. Reciclar y fomentar el reciclaje ya es una medida eco-friendly muy eficaz y con un coste de implementación mínimo. Eso sí, para que funcione hace falta acostumbrarse e integrarlo en el día a día para que se vuelva un gesto automático.

Recomendaciones para reducir el consumo de papel:

  • Evita su uso siempre que sea posible prefiriendo el formato digital.
  • Utiliza de forma preferente papel reciclado.
  • Evita imprimir documentos innecesarios.
  • Reutiliza el papel para imprimir a doble cara, al menos para documentos internos.
  • Recicla el papel inservible en contenedores aptos y distribuye pequeñas papeleras cerca de los escritorios para los residuos.

Recomendaciones para reducir el consumo de plástico:

  • Evita utilizar platos y cubiertos de plástico.
  • Utiliza botellas de vidrio para rellenar.
  • Recicla el plástico en contendores aptos diferenciados con etiquetas o por colores.

 

Por otro lado, y más allá de estas medidas prácticas específicas, las empresas deben adoptar una postura más “Green”, dirigiéndose también al ahorro en el consumo de agua y energía eléctrica, así como al reciclaje de otros tipos de desechos. Y no solo por el aspecto ecológico también, porque los beneficios son incontables. La muestra más evidente es el impacto positivo en términos de costes al reducir el consumo, pero aún hay más: tiene un impacto muy positivo sobre la imagen de la empresa de cara al público, en términos de clientes y de empleados.

Está claro que este 2018, parte esencial del branding de una empresa estará relacionado con la responsabilidad social corporativa y el cuidado del medioambiente como pilares fundamentales para potenciar esta  imagen.

 

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