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Tras una dura época de trabajo, estamos seguros de que sueñas con irte de vacaciones, pero ¿estas realmente preparado para aprovecharlas y disfrutarlas como se merecen? Las vacaciones hay que tomárselas muy en serio, no vale seguir pensando en proyectos que dejaste a la mitad, no vale revisar el email todas las mañanas “por si acaso” y desde luego, ¡no vale adelantar trabajo!
Todo esto parece muy obvio, pero cumplirlo es mucho más difícil de lo que nos imaginamos. Ten en cuenta que, a lo largo de todo el año, tu cerebro se ha acostumbrado a una serie de rutinas, creando dinámicas, casi automáticas, que resultan complicadas cambiar y el deshabituamiento se hace imprescindible.
Por eso, hoy te dejamos todo lo que necesitas saber para recargar las pilas estas vacaciones y desconectar de verdad del trabajo. ¡Disfruta de tus días libres como te mereces!
Es muy importante que vayas preparándote para los días de relax que se avecinan. Deja todo tu trabajo lo más cerrado posible;. Para ello, coordínate con tu equipo para valorar quién se encargará de tus tareas cotidianas cuando tú no estés. Intenta prever al máximo, los posibles problemas que puedan surgir para anticiparte a ellos. Solo así podrás irte con la seguridad de que está todo bajo control y desconectar plenamente.
Otra medida que conviene implementar es ir, poco a poco, acostumbrando a tu cerebro a desconectar del trabajo; del mismo modo que lo haces cuando llegan los últimos días de las vacaciones y debes prepararte para la vuelta a la rutina. Recuerda que el cerebro es muy reacio a los cambios bruscos y de ahí, la importancia de que este proceso lo realices de manera paulatina, al menos, cuatro o cinco días antes. Por ejemplo, a muchas personas les agobia la inactividad y el dejarse llevar en las vacaciones. Si es tu caso, una buena opción es empezar a cambiar tu rutina una semana antes. Disfrútalo: en vez de pensar por objetivos y tareas finalizadas ¿por qué no comenzar a deleitarse con el proceso? Céntrate en las pequeñas cosas, en los momentos concretos de tu día y verás cómo estas vacaciones consigues un descanso pleno.
Si quieres que tu descanso sea realmente pleno, tienes que ser muy estricto con las medidas que tomas para ello. Desconectar del trabajo significa no mirar los emails ni contestar llamadas. Puedes desactivar temporalmente el email de tu móvil, silenciar ciertos grupos de whatsapp o incluso, quitarte el reloj de pulsera.
Claro que descansar no significa no hacer nada. De hecho, aunque está bien que tengas momentos de inactividad e incluso de aburrimiento; te recomendamos que no sucumbas a la pereza. Ésta te puede dejar una sensación de apatía que te desgastará. Conviene hacer actividad física, tomar el sol, salir a pasear, pasar tiempo con tus seres queridos… Todos esos pequeños planes que no puedes hacer a lo largo del año.
Está claro. A pesar de que sabemos que el descanso y las vacaciones son necesarias, nos cuesta pasar de la teoría a la práctica. Estamos tan ocupados en nuestro día a día en el trabajo, que no tenemos tiempo para parar a pensarlo.
Recuerda que las vacaciones son un derecho e imprescindibles para tu bienestar. Solo si descansas plenamente y dedicas tus días de vacaciones a cuidarte y desconectar, podrás recargar las pilas y volver al trabajo con toda la energía y fuerza para afrontar cualquier reto que se te presente. Serás más productivo y resolutivo. Sigue estos consejos y ya verás cómo vives unas vacaciones totalmente reponedoras. ¡Disfruta!
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